¿Sí o no a la reelección presidencial municipal y de legisladores?

En vísperas de las pasadas elecciones, la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, dio a conocer el Plan C, con una serie de reformas dirigidas a modificar nuestro sistema político. Entre estas reformas, está la eliminación de la reelección de presidentes municipales y de legisladores, ¿cuáles pueden ser los pros y contras de esta medida? En esta entrada, haremos zoom al tema.

De acuerdo con Nohlen, la reelección es el derecho de un ciudadano que, después de haber sido elegido y ejercido un cargo público, puede postularse nuevamente para el mismo puesto al concluir su mandato. Desde una óptica reduccionista, podríamos decir que la persona que tuvo un buen desempeño merecería ser reelegida, mientras que la que tuvo un mal desempeño, no. Sin embargo, en la política, se apuesta más que al desempeño. Antes de hablar sobre las otras variables en juego, repasamos un poco de historia.

Historia de la reelección en México

El debate alrededor de la reelección ha sido recurrente desde el siglo pasado. En 1917, se prohibió la reelección presidencial como respuesta directa a los 33 años que Porfirio Díaz estuvo en el poder. La «no reelección» se erigió como un estandarte del sistema político mexicano, aunque tuvo algunas y breves excepciones. Por ejemplo, en 1927, el presidente Plutarco Elías Calles empujó una reforma para consentir la reelección de Álvaro Obregón, quien ya había sido presidente de 1920 a 1924. 

En 1933, el Partido Nacional Revolucionario (PNR) fundado por Calles – que actualmente es el PRI – promovió la abolición definitiva de la reelección presidencial. Además, prohibió la reelección inmediata de legisladores en los artículos 59 y 116 de la Constitución. Esta medida amplió el principio antirreeleccionista a las legislaturas locales, como respuesta a la demanda social de renovar constantemente el Poder Legislativo.

Tuvieron que pasar más de 80 años para que se consintiera de nuevo la reelección consecutiva para legisladores federales y locales. Las reformas constitucionales de 2014, lideradas por Enrique Peña Nieto, hicieron posible que los diputados pudieran ser reelectos hasta por cuatro periodos consecutivos, es decir, un máximo de 12 años en la Cámara de Diputados, mientras que los senadores por un periodo adicional, para servir hasta 12 años en total en el Senado. Además de lo anterior, las reformas de 2014 hicieron factible la reelección consecutiva de alcaldes, regidores y síndicos, para que pudieran permanecer en el cargo hasta por dos periodos.

¿Por qué sí y por qué no?

Relección de legisladores

¿Por qué sí? Para los legisladores, la reelección puede ayudarlos a acumular experiencia y especializarse en determinadas áreas, lo cual puede resultar en la elaboración de leyes más técnicas y efectivas. Asimismo, es benéfica para la continuidad legislativa, pues hay temas complejos que requieren más de una legislatura para su aprobación o ejecución. Por otro lado, los legisladores que desean reelegirse tienen razones para estar más cerca de los electores y conectar con las necesidades de estos. Adicionalmente, la posibilidad de reelección puede hacer que los diputados y senadores dependan menos de la cúpula de sus partidos, y por lo tanto respondan a los intereses de los ciudadanos.

¿Por qué no? El argumento que quizá tiene más peso en las discusiones en contra de la reelección es que puede ocasionar que los legisladores se mantengan en el poder por periodos prolongados, afectando la renovación de ideas y la participación de nuevos actores políticos. Además, el ciclo de reelección constante puede hacer que los legisladores se centren más en hacer campaña y dediquen menos tiempo a la labor legislativa.

Reelección presidencial municipal

¿Por qué sí? La reelección presidencial municipal auxilia en la consolidación de proyectos locales a largo plazo, como obras públicas o programas sociales, así como en la rendición de cuentas, pues estos funcionarios pueden estar más motivados a cumplir con sus promesas de campaña y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, dado que dependen del apoyo popular para mantenerse en el cargo. La reelección también puede hacer que los alcaldes mejoren su gestión y que se enfoquen en resolver problemas locales para ganarse la confianza de sus votantes. 

¿Por qué no? En municipios pequeños, la reelección puede favorecer la creación de redes de poder o «caciques» locales que dominen la vida política durante años. Esto, por supuesto, debilita la democracia local y dificulta la alternancia. Otro argumento en contra de la reelección es que el presidente municipal que quiere reelegirse puede llegar a utilizar los recursos públicos para su campaña electoral, afectando la equidad y la transparencia del proceso electoral. Por último, la permanencia de un mismo alcalde por varios periodos puede frenar ideas innovadoras a problemas locales y dejar poco espacio para que la oposición germine o se fortalezca.

Estudios sobre reelección

Francisco Garfias, en su artículo Reelección legislativa y municipal en México: ¿qué nos dice la evidencia?, en la revista Nexos, cita dos estudios que muestran los beneficios de la reelección en México. El primero es una tesis doctoral de la Universidad de California San Diego, la cual analiza los efectos de la reelección de presidentes municipales. Los resultados mostraron una mayor inversión municipal en la expansión del alumbrado, la ampliación de la flota de camiones de basura, el crecimiento de la administración local y la mejora del nivel educativo en las fuerzas policiales.

Además, la implementación de la reelección provocó una disminución en los montos irregulares – vinculados con posibles casos de corrupción – detectados por la Auditoría Superior de la Federación. Otros efectos destacados fueron que los servicios públicos mejoraron en aproximadamente un 10% al ser evaluados mediante índices estandarizados, el déficit municipal per cápita se redujo en 50 por ciento y las irregularidades auditadas cayeron de un promedio de 16% a 6%.

El segundo estudio Rendición de cuentas electoral y legislación particularista: evidencia de una reforma electoral en México, publicado en una revista de ciencias políticas, encontró que la reelección de legisladores estatales avivó el debate respecto de leyes relacionadas con el desarrollo de infraestructura local, bajo la idea de que los legisladores que desean reelegirse tienden a enfocarse en iniciativas que benefician a los ciudadanos de su propio distrito.

De aprobarse la reforma propuesta por Sheinbaum que prohíbe la reelección, como es probable que ocurra, se deberán diseñar e implementar medidas que aseguren una transición fluida y que prioricen las necesidades ciudadanas por encima de los intereses políticos a corto plazo. Al fin y al cabo, con o sin reelección, los actores políticos deben asumir sus responsabilidades con compromiso. No obstante, es importante no perder de vista que todo cambio de liderazgo trae consigo desafíos que deben gestionarse con cuidado.

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