Durante los últimos dos años hemos trabajado demasiado, estudiado demasiado, y mucho de esto lo hemos hecho por aburrimiento, pero también por la necesidad de tener mejores ingresos. La contingencia sanitaria derivada del Coronavirus COVID-19 nos hizo tener cuarentenas que devinieron en semanas encerrados y, en algunos países, fueron meses. Durante ese tiempo fue recomendado que hiciéramos algún curso en línea para distraernos. Además, el trabajo también cambió a modalidades de home office, y en algunas ocasiones, muchos trabajos surgieron para quedarse en esta modalidad.
El home office ha sido muy utilizado para distintos casos y distintos trabajos. En algo estamos de acuerdo: no todos los trabajos se pueden realizar en casa. Sin embargo, muchos incluyen varios cambios con el trabajo en casa, uno de ellos es el uso de la tecnología. Utilizar las llamadas “Tecnologías de la Información y la Comunicación” (TIC) significa eficientar muchos de los procesos, por un lado, pero por otro, implica distintos dilemas para los gobiernos, empresas y trabajadores.
La tecnología es uno de los pilares del trabajo, sin embargo, ¿trabajamos mucho o lo hacemos mal? Cuando realizamos una tarea, que implicaría 20 minutos, si no lo hacemos con la tecnología suficiente, probablemente invertiremos el doble o triple de tiempo. Otro de los factores para utilizar la tecnología es el esfuerzo físico que puede implicar, por ejemplo, si programamos una máquina para cargar algo que tendrían que cargar tres o más humanos, también en este caso estamos ocupando la tecnología para ocupar menos esfuerzo y los humanos restantes pueden ocupar otras tareas.
Uno de los hitos de las TIC al día de hoy también es la automatización de datos y trabajo. Por ejemplo, una base de datos se puede actualizar y enviar información a todo el mundo en cuestión de minutos, sin el esfuerzo de capturistas que realicen el envío y el llenado de datos uno a uno. Esto es sólo un ejemplo de todo lo que podemos hacer de una tarea sencilla para Inteligencia Artificial. Aunque todos le decimos a nuestra bocina inteligente “Oye Alexa, reproduce mi playlist”, toda la informática y cibernética que hay detrás la utilizamos para miles de tareas sin ser conscientes en todas las ocasiones.
No hay duda que la tecnología ha venido a bien durante los últimos años. Sin embargo, habrá que pensar sobre las posibilidades y los problemas que esto implica. Byung Chul-han pensador de origen coreano ha reflexionado los últimos años sobre la importancia de utilizar las energías y las tecnologías en favor del trabajo, pero sobre todo, en favor de nuestra humanidad. En pocas palabras, nos explica que estamos en una época que nos pide producir demasiado, tanto, que ponemos en riesgo gran parte de nuestra integridad.
Mientras parece que la pandemia se está controlando, nos encontramos en distintos dilemas que nos ofrece la tecnología. Su utilización ética tendría que ser un pilar de ella, al mismo tiempo, tendríamos que pensar sobre nuestras horas de trabajo y nuestras horas de producción efectiva. Vienen años interesantes para aprender y desarrollar IA de manera inteligente.
Ruy Renau
Redactor en EXPOSTComunicólogo, unfluencer, dog dad, emprendedor de 5 cifras, traumado con la IA y el dominio de las máquinas. Melómano, cinéfilo, lector, gamer, arte, contra cultura y re-curioso. Ultra puntual en todo siempre y cero despistado. Valores cristianos.
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