Sheinbaum y Donald Trump 2.0

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Por Ruy Renau

Redactor en EXPOST

icono de calendario17/02/2025 5 min de lectura
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El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos marca un punto de inflexión en la política global. Su segundo mandato no sólo confirma el impacto de su retórica populista, sino que también redefine el panorama económico y diplomático. Su decisión de imponer aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas y su retiro de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han alterado la estabilidad global. Además, su postura proteccionista ha afectado las relaciones comerciales con China y la Unión Europea, generando incertidumbre en los mercados. A diferencia de su primer gobierno, esta vez llega con una estrategia más estructurada y un discurso más calculado. Desde el primer día, sus acciones han sido contundentes: refuerzo de las políticas migratorias, proteccionismo económico y un alejamiento de organismos multilaterales.

El impacto de las primeras medidas de Donald Trump

Las primeras decisiones de su administración reflejan una agenda nacionalista y aislacionista que ha generado reacciones inmediatas en todo el mundo. En materia migratoria, Trump declaró emergencia en la frontera con México y ordenó el despliegue de tropas para reforzar las barreras existentes. Reinstauró la política «Quédate en México», que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se procesan sus casos. También suspendió la admisión de refugiados y endureció las deportaciones, dando mayores facultades a las autoridades para repatriar a indocumentados. Una de sus propuestas más controversiales es la eliminación de la ciudadanía por nacimiento, medida que enfrenta fuertes impugnaciones legales.

En el sector energético y ambiental, Trump declaró emergencia nacional, promoviendo la expansión de la industria petrolera y minera, eliminando regulaciones ambientales y suspendiendo arrendamientos para energía eólica en aguas federales. Además, formalizó la salida de EE.UU. del Acuerdo Climático de París, reforzando su postura contra las políticas ambientales internacionales.

Los derechos humanos también han sido blanco de sus primeras decisiones. Ordenó que el gobierno sólo reconozca los sexos masculino y femenino en documentos oficiales, revocó la política que permitía a personas transgénero servir en el ejército y eliminó los programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) dentro del gobierno. La Administración Federal de Aviación también tuvo que desmantelar todas sus iniciativas DEI, volviendo a un sistema de contratación basado en méritos.

En el ámbito gubernamental, Trump impuso un congelamiento de contrataciones federales, salvo en el sector de seguridad nacional, lo que ha generado preocupaciones sobre la eficiencia del aparato estatal. La falta de nuevas contrataciones podría afectar la capacidad de las agencias gubernamentales para ofrecer servicios esenciales, retrasar procesos administrativos y generar una sobrecarga laboral en los empleados actuales. Además, reinstauró la política del «Schedule F», lo que le permite despedir a empleados federales considerados «desleales». También eliminó el teletrabajo y ordenó el retorno obligatorio de empleados federales a sus oficinas.

Sheinbaum y la primera crisis con Trump

La llegada de Trump generó una crisis inmediata con México. Su decisión de imponer aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas amenazaba con generar una recesión. Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum logró negociar su suspensión a cambio del despliegue de 10,000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera.

Desde su elección, Sheinbaum ha mantenido una estrategia basada en diplomacia, cediendo ante algunas presiones pero sin perder firmeza. Su capacidad de negociación se evidenció en la reciente suspensión de aranceles impuestos por Donald Trump, lograda mediante el despliegue de fuerzas de seguridad en la frontera. Además, ha promovido iniciativas como «México te abraza» para asistir a migrantes deportados, equilibrando la cooperación con EE.UU. y la defensa de los derechos de los connacionales. También ha impulsado el «Plan México», enfocado en la reindustrialización del país y la atracción de inversiones extranjeras con el objetivo de reducir la dependencia económica de EE.UU.

Trump y el nuevo orden económico

El regreso de Trump representa un reto para la economía mexicana, excesivamente dependiente del comercio con EE.UU. Desde la firma del TLCAN, el crecimiento ha sido de apenas 19%, lo que evidencia la urgencia de diversificar los mercados. México tiene la oportunidad de fortalecer su mercado interno, reducir la dependencia y fomentar la industrialización y el desarrollo tecnológico local, al mismo tiempo que genera desarrollo local con mano de obra inmigrante. Países como Corea del Sur y Japón han demostrado que una inversión inteligente en el mercado interno puede generar prosperidad sin depender de socios inestables. Se trata de ver las oportunidades dentro de los problemas. 

Un mundo en crisis

El impacto de Trump no se limita a México. Su agenda proteccionista y su retórica agresiva han generado incertidumbre global. La Unión Europea, Asia y América Latina deben prepararse para un EE.UU. menos confiable y volátil.

Dentro de su propio país, los empresarios estadounidenses han comenzado una revuelta interna. La Cámara de Comercio, la industria automotriz y el Washington Post han manifestado su preocupación por el caos que podría generar su administración. Estados Unidos enfrenta una crisis de identidad, evidenciada en la creciente polarización política y el debilitamiento de sus instituciones democráticas. La desigualdad económica ha sido un factor clave en el auge del nacionalismo extremo, como lo muestran el aumento de movimientos populistas y la radicalización de los discursos en el Congreso y los medios de comunicación. Las recientes restricciones al acceso al voto y el aumento de legislaciones estatales que buscan limitar la participación electoral han intensificado estas tensiones.

El problema no es sólo Trump: los demócratas también han contribuido al deterioro del país con su elitismo y falta de conexión con la clase trabajadora, como se ha evidenciado en sus fallidas estrategias para abordar la desigualdad económica y su distanciamiento de sectores populares. Ejemplos de ello incluyen el fracaso en la implementación de un salario mínimo federal más alto, las dificultades para aprobar una reforma efectiva del sistema de salud y su tendencia a priorizar alianzas con grandes corporaciones en lugar de enfocarse en políticas que beneficien directamente a la clase trabajadora. La pérdida de influencia del partido entre votantes de clase media y baja, junto con su alianza con grandes corporaciones, ha profundizado el descontento social y la polarización política.

La pregunta no es si Donald Trump cambiará, sino cómo el mundo responderá a su nuevo mandato. Para México, la clave estará en adaptarse y fortalecer su independencia económica para no quedar a merced de la volatilidad estadounidense.

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Ruy Renau

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Comunicólogo, unfluencer, dog dad, emprendedor de 5 cifras, traumado con la IA y el dominio de las máquinas. Melómano, cinéfilo, lector, gamer, arte, contra cultura y re-curioso. Ultra puntual en todo siempre y cero despistado. Valores cristianos.

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